sábado, 1 de diciembre de 2007

El hombre más fuerte del mundo

Cuando somos pequeños siempre pensamos que nuestro padre es el hombre más fuerte del mundo, la persona que más admiras, y tratas de ser como él. Tu mayor sueño es que cuando seas mayor seas igual que él. En una palabra, es perfecto. Lógicamente esto choca con el pensamiento del resto de los niños, a no ser que sean hermanos tuyos.

Esta sensación de magia desaparece con el tiempo. Comienzas a ver las limitaciones de tu padre, no es tan fuerte como pensaba y tiene un montón de defectos que no habías visto hasta entonces. En ese momento deja de ser tu ídolo y pasa a ser tu padre, al que ya no tienes en un pedestal. Y comienzas a buscar nuevas personas a las que parecerte.

Pero yo he descubierto, con el paso de los años, la verdadera fortaleza de mi padre. Y es mucho mayor de la que me imaginaba cuando era niño, a años luz de la que yo podré alcanzar jamás. Por ello vuelvo a admirarle, a tomarle como referencia e intentar ser cómo él.

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