jueves, 5 de julio de 2007

Una vida de lucha para...

Desde que nació, luchó para ser libre. Pero, de una forma u otra, siempre se ha visto ligado a un yugo. Un yugo que le ataba, que le impedía moverse con libertad. Que le impedía poder hacer lo que quisiera. Y cuando parecía que se había librado de uno, enseguida le era colocado uno más grande. Pero él sabía, en esos momentos de libertad efímera, que eso era lo que realmente deseaba. Por ello, seguía batallando contra este nuevo lastre, hasta conseguir evadirse de él. Pero luego venía otro lastre mayor contra que el que tratar de evadirse.

Pero esta vez fue distinto, se deshizo del último yugo, y, oh sorpresa, no hubo más. Era como si hubiera acabado un largo juego. Esperó un buen rato a ver si le colocaban uno nuevo. Pero no, esta vez si era el final. Y se dirigió a la salida, para poder vivir su vida con total libertad.

Cuando fue a cruzar la puerta, hizo una rápida mirada hacia atrás. Fue en ese momento cuando le estalló la cabeza, privándole así de esa nueva vida que tanto deseaba.